OM-Line

El trabajo que realizo tiene como principal objetivo lograr lo que he denominado ¨drenar las emociones encapsuladas y las memorias cristalizadas¨ tanto del cuerpo (manifestadas como síntomas físicos) como del alma, que están dificultando tu crecimiento y desarrollo evolutivo espiritual en el momento presente, afectando muchas veces las esferas más simples y cotidianas de la vida.

 Al liberar estas emociones estancadas, se produce una armonización entre la mente, el cuerpo y el alma, logrando una toma de conciencia profunda, produciendo así, la verdadera comprensión de la raíz del sufrimiento.

¿Cómo se realiza?

Por medio del sonido, en la que se utilizan instrumentos ancestrales como los Gongs, una Camilla Monocordio, Bilas y Cuencos Tibetanos, además del uso armónico de la voz. En ocasiones complemento el trabajo sonoro-vibratorio con Reiki, que es un sistema de sanación energética natural.

La fusión de estas técnicas y métodos terapéuticos constituyen mi modo particular y preciso de abordaje que constituye una comunión con el paciente, lo cual me permite conocer su partitura energética, ubicar los núcleos emocionales y energéticos de la raíz de su dolencia o malestar.

Lo traumático nos traza una herida, la cual resuena de un modo singular en cada persona, el objetivo de sanación consiste en generar lo que he denominado un silencio reparador, alcanzando diferentes estados o niveles de consciencia. El poder sanador se encuentra en nuestro interior y, para ello es preciso descubrir las frecuencias que para cada uno resuenan en un proceso reparador. Las energías enquistadas son aquellas que responden a emociones, vivencias, ideas y pensamientos que no han podido liberarse. Las técnicas que utilizo me permiten primero, reconocer la frecuencia de la energía que detuvo su camino de liberación, para en un segundo momento propiciarle una vía de descarga, liberación y posteriormente imprimir otras frecuencias que permitan sanar la herida original.

¿Por qué se puede realizar un tratamiento de manera virtual?

El sonido lleva una frecuencia de orden que el cuerpo reconoce, esto permite un reordenamiento molecular. Ciertas combinaciones armónicas son interpretadas por el cuerpo humano como una clave para el restablecimiento del equilibrio, el retorno hacia la armonización. Dicha información no tiene que ver con la música, sino con el patrón sonoro-vibracional que existe en la naturaleza (secuencia de Fibonacci o número de oro) que refiere a una combinatoria lógica y sucesiva que constituyen una secuencia funcional, cuya proporción se encuentra tanto en figuras geométricas como en la misma naturaleza, en las nervaduras de las hojas de los árboles, por ejemplo, en el grosor de sus ramas, así como en el caparazón de un caracol y en los flósculos de los girasoles. Esta secuencia informativa se presenta en una secuencia gráfica, en un conjunto ordenado de elementos, en el que cada uno ocupa una posición en la cual se pueden distinguir unos de otros. Esto indica que toda secuencia tiene una propiedad particular o ley de constitución al que denominamos patrón.

Dicha secuencia o patrón puede viajar perfectamente por sistemas electrónicos sin ningún inconveniente ya que no modifica ni altera su función. Cabe destacar que la experiencia, on line y presencial se diferencian, pero sus efectos son igualmente eficaces en cualquiera sea su modalidad.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× ¿Cómo puedo ayudarte?